lunes, 13 de febrero de 2012

Dos dias


DOS DIAS.

Ese día llegó el sol, chorreando su verano,
la luna quieta mirando mis suspiros,
dos corazones anidando su amistad,
un rayo atraviesa el desierto ya despierto.

Dos corazones se mueven en su sangre,
el viento corre y corre con su alegría,
las palabras son ríos torrentosos,
las ansias desesperan la distancia.

Se mueve el mundo, llega tu caricia,
se mueve el universo llega tu beso,
se mueve el día llega de alegría,
el segundo es un abrazo eterno.

Dos días se camina sin huellas en el viento,
en terciopelos y sedas unidos por un verso,
son dos días de beber la miel de tu panal,
con sonrisas, que se hacen con nosotros.

Es el palpitar del aire en tus cabellos,
es mirar el cielo jugando con tu nombre,
es tener una estrella encallada en tus labios,
es tu vida, venida a mi verdad.

Solo pensaba construir mil y un sabores,
porque tus besos colmaban cada verso,
el sol sabía unir mi dicha con la tuya,
la luna miraba mi emoción hecha dulzura.

La oscuridad sabe de mis ojos claros,
mis calles te tendían su lecho,
mi ciudad ya sabia que existías lejos,
mis montes bailaban ya dichosos,
mi rió surcaba el océano hasta tu rió,
todo era verdad, aquí en mi destino.

Llego una nube oscura a tu cielo,
llego silbando la oscuridad a mi sonrisa,
acaba con el sueño de dos días,
acaba con la ilusión de dos días,
acaba la sonrisa y la caricia,
acaba el camino ya vencido,
acaba de ahorcar una razón de fuerza,
por fin acabas de borrar mi sueño.

Acabas de tirar mi ilusión al río,
acabas de hacer dormir el medio día,
acaba de latir mi emoción sin tu aire,
acaba una dicha que sonreía a lo lejos,
acaba el minuto que quedaba vivo.

Solo espero que una luciérnaga me llame,
que un ruiseñor me trine en cada hora triste,
que un rió me de una sonrisa con sus piedras,
que los árboles bailen en sus copas,
que las calles sean alegrías de los paseantes,
que mis ojos puedan ver tu distancia,
que mis labios puedan sonreír hasta los tuyos,
que mis pasos no se cansen en tu horizonte.

Ahora, dime si me quedo ya dormido,
si mi pecho deje de latir tu nombre,
si mi aliento deje de sentir ya tu aire,
si mis labios dejen su humedad sangrante,
si mis penas se hagan grandes como ayer,
si mi tristeza se haga carne con mi pena,
si mi dolor cueste cada día una punzada.

Dime amada que llegaste el 22,
ahora dame una caricia desde ahí,
emprenderemos el tercer día sin hablar,
dile a tu sonrisa que viaje hasta la mía,
dile a tu mirada que se aloje en mi horizonte,
dile a tu corazón que aquí espera un latido.

Comencemos el camino hasta nuestra dicha,
vayamos seguros que el día será nuestro,
que las horas siempre estarán junto a nosotros,
que un día nuestras manos nunca se alejaran.
porque un beso será eterno en los dos.

Magno González Arrascue.
Trujillo - PERU.

1 comentario:

  1. QUE BELLEZA BRINDAS EN TUS RELATOS
    QUE EN ALGUN MOMENTO DAN GANAS DE
    HACERLOS PROPIOS
    ES SOLO UN HERMOSO SUEÑO.

    MIS CARIÑO QUERIDO AMIGO

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