
Me senté dormido,
a esperar un sueño,
y lograr el vino,
de tus sentimientos.
Fui arañando el viento,
y toque tus sienes,
en el parpadeo,
de mis emociones,
lance un suspiro,
a tu lejanía.
Encontré tu voz,
como aire fresco,
encontré tu canto,
que se acerca ya.
Somos del silencio,
manos con distancia
juntos a vencer el día,
en un manantial de amor.
Magno González Arrascue.