Casi horneo mi pena callada,
en mi pecho apretado muy débil,
al escuchar el silencio bastardo,
en mi asiento que espero encorvado.
Estas lejos, murmurando mi nombre,
o tocando el viento marchito,
que te envía mi pena sufriendo,
desde mi espejo, que llora una gota.
Estas lejos, cada vez que mi voz se derrama,
en la bolsa que guardo tu nombre,
con caricias, también muchos besos,
que acumulan mis pasos cansados.
Estoy lejos, escuchando tu voz argentada,
que llega, a hospedarse en mi alma,
y recorre tu beso, mi sangre candente,
y se queda cantando en mi pecho.
Llegaras, un día cargando alegrías,
y se abracen, tus besos con los míos,
nuestro llanto, dirá que estamos juntos,
al beber, este amor sin medida.
NUESTRO LLANTO DIRÁ QUE ESTAMOS JUNTOS
ResponderEliminarMI QUERIDO ASI ES .
ESCRIBES MUY BONITO EL POEMA Y TU DOLOR QUE TAMBIEN ES MI DOLOR
SUEÑOS,,,QUE,,SURGEN,,,EN UN MAR DE OLAS Y FANTASIAS¡¡¡LLENAN TU SOLEDAD.
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