NOS CONOCEMOS POCO.
Nos conocemos poco,
Nos conocemos poco,
casi estas como lejos,
no veo tu mirada de higo en flor,
ni tu sonrisa de alegría mustia,
ni siento llegar una palabra justa.
Nos conocemos poco,
no veo tu mirada de higo en flor,
ni tu sonrisa de alegría mustia,
ni siento llegar una palabra justa.
Nos conocemos poco,
en este
camino mudo,
en este andar, de pisar otoños fríos,
en el quehacer, de vientos sueltos a la nada,
y de comenzar, un paso hacia tu suspiro.
Nos conocemos poco,
en este andar, de pisar otoños fríos,
en el quehacer, de vientos sueltos a la nada,
y de comenzar, un paso hacia tu suspiro.
Nos conocemos poco,
aquí sin
sombra y sin sol,
aquí donde llega el atardecer cansado,
donde el ocaso hace temblar una emoción,
y el medio día, cubre nuestros nombres.
Nos conocemos poco,
aquí donde llega el atardecer cansado,
donde el ocaso hace temblar una emoción,
y el medio día, cubre nuestros nombres.
Nos conocemos poco,
allá en
el sofá sin pétalos,
ahí donde las arañas sueñan una dicha,
donde mis palabras, hacen coser nuestros deseos,
y nos vamos a la alegría del océano.
Nos conocemos poco,
ahí donde las arañas sueñan una dicha,
donde mis palabras, hacen coser nuestros deseos,
y nos vamos a la alegría del océano.
Nos conocemos poco,
en estos días de trajes arrugados,
donde las fiestas, son piezas de bocado,
donde un desfile, solo son caderas afiladas,
ojalá logremos cambiar la esquina de este túnel.
Nos conocemos poco,
en el abrazo apretado, de este mundo
en la danza apurada de tus labios,
en tu vientre que vacila de sudor,
donde las fiestas, son piezas de bocado,
donde un desfile, solo son caderas afiladas,
ojalá logremos cambiar la esquina de este túnel.
Nos conocemos poco,
en el abrazo apretado, de este mundo
en la danza apurada de tus labios,
en tu vientre que vacila de sudor,
en tus cabellos que abanican mi verano,
en tu piel que visita mi invierno.
Nos conocemos poco,
En la marcha infinita de los pueblos,
Que caminan al alcance de la fe,
Con la sinfonía de sus puños,
Y la rabia en cada paso de su ruta.
Nos conocemos poco,
en el llanto de los niños por un pan,
cuando la olla esta quieta sin candela,
esperando la justicia necesaria,
desde la migaja hasta un pan.
Non conocemos poco.
en la distancia de nuestros corazones,
en la mirada ajena y sin esperanza,
en el oscuro legajo de tu expediente,
en la causa olvidada de este amor,
en la distancia que no quieres golpear,
ojala besara el viento con tu cielo.
Nos conocemos poco,
en la lucha apurada de este mundo,
al alcance de la libertad de los ríos,
de los bancos quietos de los cerros,
de escuchar los trinos en el viento,
del ver caminar libres a los árboles,
de acaparar
la sonrisa de los niños,
de guardar los bastones del anciano,
y tú y yo abrazados con el viento.
Magno González Arrascue.
Trujillo - PERU.
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